Como ha informado el periódico El Mundo hoy, la ciudad de Hamburgo ha sido la primera en prohibir la circulación de vehículos diésel antiguos en tramos de dos calles a partir del 31 de mayo con el objetivo de preservar la calidad del aire.
Aunque durante los primeros días no se impondrán multas y la labor de los policías será meramente informativa, la intención es que más adelante, de no respetarse las restricciones, las sanciones irán desde los 25 euros a conductores de automóviles a los 75 euros a los de camiones.
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