Los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística señalan que muchos españoles que salieron del país en busca de trabajo vuelven a España ante la mejora de la situación laboral dentro de las fronteras. Sin embargo, aunque las cifras siguen al alza, la tasa de paro, especialmente entre la juventud, sigue entre las más altas de los países de la Unión Europea, y las condiciones de empleo están por debajo de lo deseable.

Por ello, aunque la tendencia es cada vez menor, muchas personas siguen optando por abandonar el país en busca de oportunidades laborales fuera que no encuentran en España. Para llevar a cabo este viaje se requiere de una planificación y una labor de investigación exhaustiva antes de lanzarse a la búsqueda de trabajo allende las fronteras españolas.

EF Education First, una de las empresas líderes en el mundo a la hora de organizar cursos y viajes de idiomas, da a Llavexterior una serie de consejos a la hora de embarcarse en una aventura laboral de esta magnitud para saber exactamente qué destino se ajusta mejor a las cualidades de cada uno.

El idioma como eje principal

Según José Alberto Lora, Director de EF Madrid, el idioma es, como mínimo, el primer factor que se ha de tener en cuenta a la hora de buscar países en los que trabajar. “Parece de Perogrullo, pero, si no hablamos inglés, no deberíamos comenzar la búsqueda de empleo en países en los que se hable únicamente en ese idioma”, explica.

Aunque muchas veces se cita Reino Unido o Alemania como países de destino habituales a la hora de buscar trabajo por su mejor situación laboral, se han de priorizar aquellos territorios con lenguas oficiales que se dominan y en los que la comunicación no vaya a ser una barrera insalvable a corto-medio plazo.

Una vez se ha concretado el destino, al menos idiomáticamente, hay que investigar ese país, tanto cultural como laboralmente, para ver si se busca un perfil similar al que el interesado puede ofrecer y si el territorio al que se desea viajar se adapta en sus costumbres a cómo es cada persona.

No solo hay que conocer bien el país, hay que conocer ciertas rutinas laborales. Un ejemplo muy sencillo: jamás presentaría el mismo currículum en España o en Estados Unidos; hay cosas que aquí se valoran y allí no, y viceversa, así que hay que adaptar nuestro perfil al territorio en el que nos encontremos”, sostiene Lora.

Esta investigación se puede hacer a través de conocidos que hayan estado en ese país o sencillamente visitando webs de los posibles destinos. “No hay que despreciar el valor de la tecnología en estos casos”, defiende el directivo de EF. “Desde apps para encontrar trabajo a foros de idiomas, turismo y cultura de los países. Cuanta más información manejemos, más fácil será acertar con el destino”.

Teniendo esta serie de factores en cuenta (idioma, conocimiento de las condiciones culturales y laborales del país, demanda de ciertos perfiles de empleo, uso de tecnología…), se sientan unas bases a la hora de emigrar en busca de empleo a otros países. Una decisión que, en cualquier caso, y como señala el propio Lora, “nunca es sencilla”, aunque en muchos casos puede ser la solución para encontrar aquello que a muchos se les niega en su propio país.

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