Nuestro trabajo genera resultados, y por eso, lo que hacemos tienen un valor determinado. Muchas veces no estamos seguro de cuánto vale aquello que hacemos y no somos capaces de saber exigir que es lo que nos corresponde.
En primer lugar, lo primero que hay que hacer es preguntar a la empresa que es lo que considera que vale las funciones que hacemos. Y hacer una comparación con lo que realmente cobramos.
También es importante que lo comparemos con lo que vale con otras empresas de otros países, de otras ciudades o incluso de la competencia.
Es muy importante saber que lo que hacemos tiene un valor y hay que aprender a saber valorarlo y compararlo con otros.
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